domingo, 2 de octubre de 2011

LA OPORTUNISTA

Por María Alejandra
Comité Experimental 


La chica era una promesa en las artes secretariales, su afición máxima era la de fundar una academia, pero debido a su madurez y precocidad quedo en embarazo y tuvo que apartar sus sueños. Algún día me abordó mientras degustaba un café yo al borde del llanto y ella al borde de la desesperanza, terminamos llorando las dos. Me contó que era hija de un oficial reconocido y le habían asignado un guardaespaldas ¿y dónde está? dije buscando el horizonte vacío.

Esa chica ha crecido demasiado, me saluda como se saluda a alguien importante, pero me insulta como a un subordinado... Creo que su sueño está realizado, estudia y trabaja, tiene su familia no es como nosotros un proyecto de fracasados... Algún día nos enseño como poner un preservativo con el palo de una escoba, no se ruborizo, ni lo tomo como burla, digo que fue la clase de sexualidad más edificante... Su discurso tiene la propiedad de ser relajante, disperso. Su astucia en eso consiste en sonreír y en decir las cosas que los demás gustan oír.