lunes, 26 de diciembre de 2011

ENTRE LAGRIMAS Y MOCOS

Por V.



Mira cómo te has vuelto la cara, se te ha corrido el maquillaje, el pelo se te ha desordenado, ¿dónde botaste el arete?, fíjate en el espejo esa no eres tú, ¿por qué lloras?, no es para tanto, hay que ser fuertes, asumir que esto es lo debido, lo que ocurre solo por el hecho de estar vivos, de crecer, de saber, de aprender, de esto se trata vivir y es parádojico ver que el tiempo transcurre cada vez más de prisa, que hay tantas personas que recordar y tantas otras que hemos olvidado, ya ni sé de lo que hablo, pero me entiendes ¿verdad?

Intento en vano convencerle que todo es fruto del destino, cómo si esa fuera la verdad, sé que es una época especial, que debería ser todo felicidad pero a veces recordamos a los que no están ó a los que están pero muy lejos, cada quien sufre a su manera, se resigna por fin a la suerte y a creer que hay esperanza y habrá un mejor mañana, es lo que la sociedad quiere que creán, pero tras todo el decorado, tras esas paredes existen historias de sufrimiento, superiores a cada realidad.

Se aproxima a mí y me dice algo al oído, luego sonríe y se queda en la cama dispuesta a mirar un punto por la eternidad de un minuto, se me ocurre un discurso edificante, estimulante que habla sobre el fin del mundo y del por qué estamos aquí y para qué me desgasto tanto si parece dispersa, ida, dormida, y pienso en el calentamiento global, la escacez de agua y en nosotros desperdiciando liquídos entre lágrimas y mocos.