sábado, 3 de diciembre de 2011

LA FILOSOFIA DE DON RAMON

Por V.




Sabrán ustedes que estoy hablando de Ron Dámon el del Chavo del Ocho, personaje en el que Roberto Gómez Bolaños sentó una filosofía anacrónica, pongánle sentido a vivir en una vecindad sin trabajar, a cargo de una hija; con dos pantalones, una gorra, una camiseta, zapatos tenis, un televisor, un juego de sala, incluído un sofá, platos, un álbum de fotografías y un espejo, a parte de eso ni un céntimo. Que paso, que pasó vamos ahí... Pero en pleno el trabajo no es malo, lo malo es tener que trabajar... a poco le dan trabajo a la gente que ha estado en la cárcel ó que ha boxeado, ó que ha cantado en los gallos, ó que ha vendido churros... A parte de eso aguantarse las palizas de la vecina gruñona y las hormonas de la vecina enamorada... Monchito.

Pero siempre dispuesto a una sonrisa sincera, aunque no pague la renta, aunque a veces ni se sabe de dónde saca plata será de las exhibiciones de yo-yo ó de la venta de leche, confetí ó globos ó la ropa usada, ó la prenda de la plancha, la escopeta ó alguna herencia.

La verdad sea dicha hoy en día está filosofía no funciona, deber arrendo es sinónimo de estar demandado, ahora que tener una vecina que pega y luego averigua es motivo de tutela y peor tener una bruja enamorada comparable a ser objeto de algún maleficio, pero en medio de todo siempre gana es el deseo de continuar, de ganarse la vida día a día y siempre estar dispuesto a compartir asi sea la pobreza que agobia el momento, vale la pena estar feliz por los demás. chusma...chusma...