jueves, 2 de febrero de 2012

TRANSPLANTES

Por V.



En vista de que este año anda de moda la noticia del fin del mundo y como parádojicamete andan los ociosos ofreciendo un sin fin de remedios, seguros y curas milagrosas para lo que padece la gente, que a mi punto de vista es egoísmo por sobre otra cosa, llega hasta mí un ángel de esos reales que andan por allí y me entrega una tarjetica que invita a incluirme dentro de los candidatos a donar órganos y como mi mente vuela tanto como el ángel, le digo mirándole a los ojos "a usted le donó lo que quiera, no más escoja, mamacita". Pero como en estos tiempos enamorarse al parecer es cuestión de saber bailar bien y tener platica creo ese ángel escogió mentalmente que lo único valioso en mí era un montón de papeles sobre el escritorio y por tanto donde hay trabajo hay salario de paso le donaria eso; mi salario, (pero para tal, cuál) así que no resultando el piropo,  para resarcir el daño de inmediato me ofrezco para esa causa, quizá mi hígado, mi riñón y hasta mi corazón, córneas y demás víceras sirvan a alguien más. Como soy optimista tan pronto como me llega mi carnet de donante le envío un mensaje a mis enemigos para que si por acaso se les ocurre disparar apunten a la cabeza ya que según creo el cerebro (y sobre todo el mío) no va a servir para transplante alguno.