domingo, 29 de julio de 2012

CRONICA DEL YAGE EN EL PUTUMAYO 14 DE 15

Por Carlos Alvárez



Don Pastor me resolvio la duda sobre los que el Señor Gabriel habia retirado del grupo sucedía que no eran aptos para recibir el Yagé "requieren preparación previa" dijo, todo esto me asusto de tal forma que a la menor oportunidad que ví traté de hablar personalmente con el Señor Gabriel pero fuí detenido a tiempo por las palabras de Don Pastor "él está en trance". Se llegó nuestra hora y mi amigo Víctor hasta esa hora perdido se revelo con tan mala suerte para él que fue sacado del grupo por el Señor Gabriel. Según entendí mucho después cualquier persona no esta dispuesta para la toma del Yagé puede ocurrir que esté llena de pánico ó posea alguna enfermedad "artificial" ó derivada de un maleficio o "mal de ojo" que nominan. Recibí el vaso y procuré no temblar, cuando fue vertido el contenido un olor a menta me vino y luego de un primer sorbo que comparé al de un jugo de maracuyá sin azúcar sentí por la garganta un amargo sabor que hervía en el estómago. Me engañé en cuanto entré en la habitación de las hamacas había allí un balde a el lado de cada hamaca, el Señor Gabriel danzaba y uno de los Indígenas dijo que ante cualquier problema solo levantarámos la mano. Me sometí a la hamaca aunque no sentía ningún efecto aún. Los baldes a lado de cada hamaca eran para vomitar y por si quisiera hacer del cuerpo habían notificado que solo para las damas el baño estaba dispuesto, los hombres teníamos que ir hacia un bosque. Pero como me considero afortunado y a veces muy "de malas" los dos síntomas me dieron al mismo tiempo. Salgo corriendo a buscar los árboles y creo devolví todo el Yagé y de paso me deshidraté.


Continúa... 
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