viernes, 3 de agosto de 2012

DEMACRADA







Como mujer aconsejo a una mujer que si su pareja ó compañero sentimental intenta una agresión lo mejor es tratar de huír, enfrentar a un hombre ciego de furia y atestado de fuerza bruta no es tan recomendable. Lastimosamente pocas mujeres hacen caso a esta recomendación, unas dicen que es deplorable el lenguaje que se cruza y deben defender y exigir respeto, es triste también que lo primero que aflore luego de la agresión sea el silencio y para colmo la resignación y culpa. Hay casos de casos al respecto pero solo una constante: el agresor lo intentará una y otra vez. He asistido a un careo afectivo y he saludado a el culpable sintiendo en su mano el pálpito del futuro desquite, he tratado a pacientes con serios problemas de ansiedad que buscan un detonante y explotan y no conciben razonamientos y están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias. He probado con mediano éxito en parejas jóvenes el procedimiento de supresión lógica que consiste en que si hay desacuerdo sobre algún asunto lo mejor es aplazar su discusión para cuando existan más personas alrededor ó cuando los ánimos se apacigüen. Es también destacable el tratamiento que se le da al agresor "contar hasta diez cada vez" y a la agredida tratar de resarcir el daño para que en un futuro no sea víctima y procure huir y denunciar a su agresor.