Por: Punto Límite Cero (PLC)
La ocasión hace al ladrón, al vicioso ó al enamorado.
Estoy leyendo la traición de que fue objeto el Jesús de los Católicos, a Él lo traicionó Judas, un hombre, pero viendo que cuando iba a cuestas con la cruz mira a las mujeres llorar les aplica una orden estricta: "No lloréis por mí, llorad por ustedes mismas y por sus hijos..." creo también fue traicionado por una mujer. Y no estoy haciéndo mención de los libros apócrifos, ni nada de eso. Simplemente analizó la ofensa que causa cuando se evalúa el hecho de que alguien cambió a Jesús por unas monedas y siempre habrá quién diga que el Hijo de Dios valía más; habrá alguien como mi abuela que diga que ese esposo no le convenía a su nieta ó que nunca debío traer esa criatura a sufrir a un mundo como esté. Llevámos dos mil y tantos años crucificando verdades y tratando que nuestra presencia valga la pena en este mundo pero a la postre nos convencemos más de que la vida es un anhelo pasado porque cuando llegamos ya queremos partir de nuevo, y cuando tenemos de frente a la misma muerte deseamos seguir viviendo.