jueves, 18 de octubre de 2012

QUIEN LES ENSEÑO A ESTAR TRISTES

Por: Víctoria Carvajal_ Un niño, una niña son alegres, no conocen sino de su mundo y no les importa el de los demás, juegan, tienen la energía para explorar el mundo, e ir de aquí para allá, su espíritu es tan cálido que convierten cualquier drama en una comedia, cualquier tragedia en alegría. Pero los adultos envidiamos de alguna forma ese estado y procuramos matizarlo con nuestros problemas, con nuestras furias propias y le aplicamos a la educación del infante términos como: No - no se puede - no es posible - malo - sucio - prohibido - y entonces el niño o niña convierten tal palabra en su limitante para muchas cosas y opera una mágica transfiguración en su sonrisa, en su carisma propio que les suprime ese don de ser libres y ahora luchan contra la idea de que hay bien y hay mal, y hay fronteras en todo y limites y no vale la pena hacer muchas cosas porque en medio de todo siempre habrá buenos y malos momentos.