sábado, 17 de noviembre de 2012

EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL REGGAETON

Por: Alejandra Erazo Vega

Contorsiones, movimientos frenéticos, obscenos, rifi-rafes de fantasía, tire y afloje y un continuo vaivén, descrédito de la razón geométrica elemental enseñada en las escuelas. En palabras de algún locutor radial "es como si se hiciere el amor con la ropa puesta" ó los términos de algún escritor de periódico "peligro para la muchacha salir embarazada". La era del Reggaeton ha llegado, pero desencadeno también variantes ó mejor dicho no fue que derivó nada, más bien aparecieron separadamente géneros como la champeta, el choque, la lambada, el baile de la muerte, y ritmos compulsivos (ó convulsivos) al límite de poner toda urbanidad y respeto por la persona. Y no se vengan a escandalizar los místicos y morales de que cada vez los pantalones van más abajo ó descaderados (ó descarados) y de paso muestran las varillas de las tangas y alguno que otro tatuaje hasta el límite de la imaginación. Todo esto sin desacreditar que en el caso de una como mujer se vierte sensualidad por todos los poros. Y entre todo esto la revolución que no pudieron hacer las corrientes bélicas y políticas e ideologías viene y la realiza un ritmo que pone en peligro la colisión sexo a sexo sin el requerimiento penetración, ni dominio, sin el riesgo de adquirir una venérea, ni de caer en el delirio de un embarazo no programado, ni en la fantasia del amor que viene siendo la fidelidad y el rompimiento.