martes, 20 de noviembre de 2012

LOS AMORES QUE CONQUISTAN LA ETERNIDAD

Por: Alejandra Erazo Vega

Me llegan noticias del deceso de un chico. La noticia me causa aflicción en la medida de que fuí la novia de aquel y por lo que me dicen se acordó de mí hasta el último momento; quizá la separación no fue tan elocuente, ni tan diferente de lo que es decir ádios y no más. Ese chico alguna vez me prometió amor eterno y creo cumplió, y a mi me basta pensar "lo estúpido" que fue al honrar dicha promesa y no emprender como yo un camino diferente; pero es de caballeros prometer y guardar su palabra para siempre, en la literatura universal cuantas veces el Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha no hizo alarde de su vocación por su bella dama Dulcinea del Toboso. Quizá la fidelidad eterna si existe y el amor yace humilde en las profundidades de la mente. Y si culpan a una mujer de emanciparse, de liberarse del yugo que viene siendo una relación, un pretexto para fundar un hogar y una familia, es porque la mujer también tiene sus posibilidades de abanderar el éxito, influir en el mundo, y luchar por cuanto quiere. Esta noticia no me hubiese importado tanto de no ser por ese contenido que asumí era el ejemplo de que el amor verdadero jamás deja de estar allí.