Por XervanteX
Muchas veces he pensado en abandonar esto.
No sé de dónde he venido, ni sé a dónde voy, todo lo que sé es que mientras esté vivo seguiré escribiendo. No me importa mucho esta realidad, a veces me da por pensar que esto es un infierno, solamente ciertos milagros me convencen por momentos de que no es así.
Escribir en un escenario como esté parece la forma más esperanzadora de vida, estuve viajando, anotando en mi mente cada paso, cada suspiro, cada lágrima y estoy agradecido con las personas que me dieron motivos para no fenecer, a quién me ha enseñado el valor de algunas simples cosas.
No voy a decir mucho pero tengo que agradecer a la Dra. Yania Salazar y a la Dra. María Alejandra, gestoras del Proyecto del blog de los Indomables en el que se atreven a homenajear a quienes por distintas circunstancias hoy ya no están en esta dimensión con nosotros.
He vuelto a la nada a la que pertenezco y rindo mi homenaje a la vez al gran Profeta Andino Gonzalo Arango, de quién han habido serios intentos de que divorcie mi pensamiento, Gonzalo Arango decía que cuando uno tiene un corazón y sus dos piernas el destino es el mundo, yo digo que así debe ser. Adelante entonces.