miércoles, 19 de marzo de 2014

La universidad no es para pobres

Por Carlos Alvárez

Vamos los tres amigos por los corredores de la Univesidad, alelados con la clase de maestras y alumnas que a todas estas se hacen las "doctoras", sabrá Dios su especialidad...

Charlie: Y la funcionaria me miro chiquitico, mientras yo intentaba decifrar era la talla de sostén, por si algún día salgo con ella regalarle uno...

Tapita: A todas estas vieron a la rubia, su cabello olía a flores y sus ojos inquietos parecían dos luceros...

César: ¡Qué haremos con el poeta!, la que estaba buena, era la monjita...

Charlie: (a César)¿Y este? me habían dicho que eras ateo, pero no para tanto

César: Mi asunto no es con Dios, sino con sus creaciones femeninas, ¿qué tal yo robando su oveja? 

Tapita: Esas monjitas son lesbianas

Charlie: Es cierto y están acostumbradas a que todo se los de el Señor

César: Ustedes y sus complejos, nunca serán libres

En eso llegamos a las oficinas, pagando un grueso billete la funcionaria se sonríe complacida.

César: ¡34B!

Charlie: ¿Salón o qué?

César: No imbécil es la talla de brassier de la chica

Tapita: ¿Y con solo mirar te la sabes?

César: Es que recordé a la chica y creo me la revolqué un poco...

Charlie: ¡Idiota! nos hubieras dicho para evitar la vueltota  y de paso me rebajé la matrícula algo...

César: No, eso si que toca con la monjita y por lo que veo será el semestre que viene...