martes, 18 de marzo de 2014

Un Filósofo en la calle

Por Carlos Alvárez

Llego completamente borracho, mi amigo V, me sostiene, no tengo llaves, mi mujer sale por la ventana del segundo piso y se trenza en una discusión ella negando mi acceso a la casa y mi amigo defendiéndome... yo me quedo tirado en el piso, mientras la discusión se enciende:

Ella: Ese tipo no entra y punto...

Mi amigo: Pero es su esposo y el padre de una de sus hijas, ¿piensa dejarlo afuera?

Ella: Así borracho no es nadie, ni sé con quién se enreda, ni sé a qué horas es que se gasta el dinero, y una se preocupa y sus hijas se alteran y él muy fresco en la calle...

Mi amigo: Creo que él hace lo que cualquier hombre, cuando se cansa de su mujer, de sus hijas...de...

Ella: Ya dijo, y lo dice otro hombre tan irresponsable, tan inmaduro, tan vago y superficial...

Mi amigo: Señora, yo no le he faltado al respeto, ¡por favor! yo lo podría dejar tirado allí, pero viendo que corre más peligro si entra en la casa, que acá afuera me lo llevo...

(En la casa se oyen pasos apresurados)

Dicen que la felicidad es pasajera, que el sufrimiento durar más, a veces me arrepiento de haber dado ese "si" frente el altar, pero a veces también no sé que viera sido de mí si no me arriesgo a tener una esposa y unas hijas, si me preguntan, es preferible arriesgarse.