viernes, 6 de junio de 2014

Aventuras Milagrosas Parte 1

Por Antonio Carvajal

Una bendición puede en últimas prometer demasiado y confiar mucho.

Estoy frente a una cama de hospital en un lugar al que fui llamado para entregar los sacros santos oleos, hace un calor terrible y por los corredores no dejan de marchar con afán los profesionales elegidos por Dios paras salvar vidas, en eso una enfermera entra corriendo pidiendo que le bendiga porque es su primer día y va a la sala de cirugía, "hija Dios sea contigo" le digo mientras trazó la señal de la cruz y afanada da gracias y se va. El olor del alcanfor de pronto se torna insoportable y me retiro para buscar alguna brisa afuera, sin duda es un día de aquellos, miro al Celador de turno como trata de ayudar a una señora de edad a salir de un auto, otros Paramédicos pasan con el uniforme manchado de sangre, y los Médicos se pasean con papeles y dan gritos, es uno de ellos quien se me acerca y me dice que el paciente al cual brindaba mi servicios ha fallecido, en mi retirada una mujer en embarazo pide mi bendición y al rato me da alcance la enfermera a quien antes me había solicitado la bendijera y me comenta de que todo había salido bien, "son los milagros hija, a unos los lleva y a otros los trae" le digo mientras le repito la bendición y me marcho a buscar ayudar a otros a vivir o a morir.