domingo, 15 de junio de 2014

Lo que Encontré afuera: Misterio 2

Por Antonio Carvajal

La carne es tan débil y yo soy de carne... y hueso.

Encontré en la calle a aquellas mujeres que venden su cuerpo al mejor postor, e inflan la tarifa accediendo a los placeres mundanos de la carne y el instinto queda a flor de piel y a veces no es ni siquiera un negocio sino un abuso, acceder corporalmente con violencia, a veces ellas se cuidan de ser robadas, hasta de ser asesinadas porque las desprecian y las señalan. Adornando sus cuerpos lo mejor posible alguna de ellas me contó que tenía cicatrices por todo el cuerpo, otra me dijo que no se había cuidado y trajo a una hija al mundo y no sabía quién era el padre, y otra confeso su adicción por la droga, el licor y el sexo. Les obsequio rosarios y escapularios y les bendigo para que tengan suerte y alguien las aparte del mal camino, aparecerá un ángel dispuesto a satisfacer su clamor de justicia.