Por Antonio Carvajal
Dios confía en ti, y ¿tú en él?
La violencia esta en el ser, y se manifiesta de múltiples maneras: al ocupar una silla que es reservada para las personas discapacitadas, al arrojar basura a un río, al apropiarse de lo ajeno. La violencia comienza en la mente, el corazón se envenena y se suprime la idea del bien. No se tiene idea de cuán perverso puede llegar el ideal de hacer daño, se mata al animal, se maltrata a la pareja, se extorsiona al amigo, se engaña con gestos y palabras, se involucra con la mentira, se usa y se abusa, se asesina la fe. Pero la redención está allí, el pedir perdón, el arrepentirse antes, el parar a tiempo. La verdad de la brujería es esa: la intención; el daño causado. El origen, no lo sé, pero a veces la gente odia desde el fondo y quizá el combustible sea carecer de una creencia, y el incendio comienza y se propaga.