martes, 17 de junio de 2014

Milagros de la FE

Por Antonio Carvajal

La fe mueve montañas

Intento fortalecer la estima de los demás, el sermón sobra mientras haya una luz de confianza en sí mismo/a, hay esperanza por doquier, pero nada vale si no tenemos la fe de su consecución, hoy los seres de la vida necesitan atestiguar sus dudas, van a buscar trabajo y prenden las velas, se confiesan se santiguan, se dan golpes en el pecho y prometen lo imposible "si me va bien hoy, prometo..."; los suelo ver de rodillas en las capillas de los hospitales rogando "... si sale todo bien, prometo..." y hasta en medio de las celebraciones eucarísticas, pero no cambian, siguen en la misma tónica y su mismo nivel de confianza, de fe. Como si creyeran de momento o por si las cosas se pudiesen agravar, la noción es que miran en la T.V. los milagros de sanación, y entonces se atreven a hacer un atrio al Creador, y recuerdan que hay un Dios. Sucede lo bueno y agradecen al cielo, sucede algo malo y acusan al cielo de no interceder.