sábado, 16 de agosto de 2014

JUGUETES

Por Cielo Montealegre

A veces los adultos jugamos,
a darnos besos y abrazos,
a olvidarnos que vestidos estamos,
y vamos más allá,
a veces la imaginación juega,
necesitamos una cama,
un sitio para dar rienda
a las bajas pasiones,
a tratar de sentir lo que sintieron
nuestros padres al hacernos,
realizar la tarea máxima,
y existir un momento sin
ser conscientes de lo que pasa:
un orgasmo divino, lejos de la muerte
que aplaca la vida, y nos devuelve
hacia ese sitio desconocido
de donde un día salimos.