lunes, 4 de agosto de 2014

POEMA AUTO - EROTICO

Por Cielo Montealegre

Yo me temo,
pero comienzo a explorarme,
no hay nada ajeno,
solo el miedo
de pecar,
el mar, el cielo, incierto
lo uno y lo otro,
menos mi cuerpo,
mis dedos se deslizan
no es malicia, es ternura,
aplico mis dedos a mis pezones:
son suaves, pero al roce 
se tornan tiesos y apuntan al cielo.
Y en mi gruta vaginal los labios
se despliegan a la caricia,
la sed atraviesa mi delirio,
soy yo quien no se ama.
¿cómo pretendo que me amen?