miércoles, 12 de noviembre de 2014

Olemos a Madera

Por César Vélez





En mi cochina vida, solo osé asearme para estar con una dama, y es que cuando uno esta sin bañarse varios días comienza a oler a la madera, por eso es que creo que uno fue labrado de la madera y no del barro, como pinocho. Entonces nuestra creación viene siendo una siembra de bosques dispuestos a incendiarse en cualquier momento. La vida de un árbol es muy bella, purificando aire, mirando a lo lejos y viendo llover, en todo caso suele ser fatal que al árbol se lo tale con una hacha o una sierra, los humanos suelen ser crueles. Y entonces cuando en medio de todo me replican por mi desaseo y por mi escasa presentación personal les digo en algún momento de nuestra no existencia tenderemos que pudrirnos y todos oleremos mal.