Por César Vélez
Por todos lados serpentean las malas ideas, las malas sensaciones, los ojos curiosos, las que pretenden hacer naufragar a un hombre con el fracaso, con el oportunismo ejemplar de sus apatías o gustos, los he visto esperar en los centros comerciales, viendo como sus doncellas se miden la ropa que no les cupo en suerte, los he visto cargar los paquetes en medio de la calle e intentar cuidar a sus hijos, o ir muy de noche a la tienda porque a la princesa de su casa se le antojo un helado, los he visto en las oficinas agachados pensando en qué hacer con el poco sueldo que ganan, los he visto tanquear su bólidos en las gasolineras para transportar a sus mujeres como reinas, pero están tan asustados que yo algún día lanzaré un cigarrillo a la gasolina a ver si nos salvamos todos, pero yo discrepo de quien dice que las mujeres fueron creadas para jodernos la vida a los hombres, lo que creo es que hay otras cosas que también le joden la vida al hombre.